sábado, 27 de agosto de 2011

Música para curar las heridas de Dubrovnik

Hay lugares de los que solo he tenido referencia de su existencia cuando han sufrido alguna desgracia. De esa forma casi póstuma conocí la existencia de la Capilla de Asís cuando se derrumbó tras un terremoto, el Teatro de la Fenice cuando ardió por completo, la Galería de los Uffici cuando alguien la dañó poniendo una bomba...

La bárbara guerra yugoslava - disculpen la redundancia semántica - me colocó a dos lugares mas en esta categoría: la Biblioteca de Sarajevo y la ciudad de Dubrovnik.

No fue un accidente el incendio de la biblioteca. Pérez Reverte, por aquellos años corresponsal de guerra, nos contaba el mimo con el que el ejército federal yugoslavo, de composición abrumadoramente serbia, combinó el tipo de granada lanzada para hacer mas efectiva la destrucción de este lugar de memoria y cultura bosnio, al usar primero granadas rompedoras, y luego granadas incendiarias siguiendo la tradición bélica al respecto, de la que el bombardeo de Dresde fue su mejor expresión. Pero claro, cuando en una guerra como esta fueron violadas miles de bosnias casi a la luz de las cámaras o unos ocho mil hombres desarmados son entregados con alfombra roja por la ONU al primer carnicero que pasaba por Srebrenica, tampoco vamos a llorar mucho por una biblioteca... ¿o no?

Europa es una historia comun de pensamiento y logros, pero también es Europa una historia común de barbarie e indiferencia ante el dolor ajeno.

Si pueden escuchar este inicio del Réquiem de Mozar interpretado sobre las ruinas de la civilización europea sin esbozar una mínima lágrima preocúpense seriamente.


Para mi las imagenes de Dubrovnik en su bombardeo, son las tomadas a gran distancia desde el mar, donde las explosiones sordas de las bombas de los navíos yugoslavos hacen saltar trozos del arte universal. Algo así como tirar al pato pero con munición de gran calibre.

Si para destruir hiciera falta el mismo esfuerzo que para construir, qué diferentes serían las guerras...



Han pasado los años. No se porqué razón los criminales croatas no recibieron el mismo desprecio que los criminales serbios, parece que no escribir en cirílico y ser católico tuvo algo que ver. En la carnicería yugoslava, el kilo de masacrado bosnio se pagaba por debajo del precio de mercado...me enteré entonces que muchos eran musulmanes ( musulmanes eslavos!!!) y que su dolor parecia ser distinto cuando violaban a sus mujeres y mataban a sus hombres. No eran de los nuestros.

Con perplejidad , observo como cuando llega Eurovisión se votan entre ellos con excelente buen rollete, como si aquella guerra fuera de los tiempos de los partisanos de Tito. No se adonde ha ido el legítimo odio de los agraviados.

De todas formas, bienvenidas aquellas iniciativas que buscan asentar la civilización donde antes solo hubo olor a escombro y a explosivo de alto poder.

Pero no nos engañemos: ante la determinación de cualquier criminal con ejército a sus espaldas. las partituras y los libros solo son comburente para sus granadas incendiarias, que convierte esta loable iniciativa en necesariamente efímera.
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http://www.elpais.com/articulo/cultura/Musica/curar/heridas/Dubrovnik/elpten/20110826elpepucul_2/Tes

Música para curar las heridas de Dubrovnik

El violinista Julian Rachlin invita a la serbia Filarmónica de Belgrado a inaugurar el festival que lleva su nombre en la ciudad croata

LOURDES MORGADES - Barcelona - 26/08/2011
La música, lenguaje sin fronteras, ha sido usada frecuentemente como vehículo de conciliación entre los pueblos. Lo sabe bien el violinista de origen lituano Julian Rachlin (Vilnius, 1978) quien se ha propuesto curar heridas invitando a la Filarmónica de Belgrado a inaugurar, el 27 de agosto en la bella plaza Marin Dr¸i?, la undécima edición del festival de música de cámara que lleva su nombre, el Julian Rachlin & Friends, que se celebra en Dubrovnik desde 2000. Será esta la primera vez que la orquesta serbia actúe en la ciudad croata desde el asedio de Dubrovnik durante la guerra de independencia de Croacia en 1991. Dirigirá la orquesta Zubin Metha, quien lleva 43 años sin actuar en Dubrovnik, en un programa con obras de Mendelssohn, Mozart y Brahms del que serán solistas el propio Rachlin y la soprano croata Marija Kuhar ¦o¨a y el barítono serbio Ip?a Ramanovi?.
      Cuando a finales de agosto el festival de verano de Dubrovnik toca a su fin, la bella ciudad del Mediterráneo cantada por lord Byron se convierte en el escenario de un exquisito festival de música de cámara creado hace 11 años por Rachlin tras quedar prendado de la ciudad después de actuar en ella. Con el apoyo del municipio, el prestigioso violinista empezó a invitar a sus amigos, grandes músicos y actores internacionales, a actuar con él en la ciudad.
      El primer año solo acudieron cuatro músicos: un pianista, un intérprete de viola, un violonchelista y él mismo Rachlin. Entre los cuatro jugaron con todas las combinaciones posibles interpretando música de cámara. Este año, los amigos de violinista que actúan en su festival son una treintena, entre ellos el violonchelista Misha Maiski, la violinista Janine Jansen, los pianista Itamar Golan y el actor Roger Moore, quien cerrará la programación el 8 de septiembre con una comedia musical concebida por el pianista británico de origen coreano Hyung-ki Joo que hurga en el humor y la comicidad en la música clásica y en la que participa la soprano Felicity Lott y todos los músicos que han tocan en el festival.
      Julian Rachlin no es solo el anfitrión de su festival que se programa en él mismo en el concierto inaugural para lucirse con su Stradivadius ex Liebig. Su participación abraca 10 de los 13 conciertos previstos tanto en su faceta como violinista como la de intérprete de viola y, además, también mostrará como director de orquesta empuñando la batuta al frente de la Camerata Báltica en un programa integrado por obras de Mozart y Piazzolla. Por si fuera poco, Rachlin se enfundará también el equipo de capitán en el partido de fútbol a beneficio dela Unicef que enfrentará el 4 de septiembre a los músicos del festival y los representantes de los medios de comunicación.