miércoles, 7 de noviembre de 2012

Tazio Secchiaroli: Así nació el primer 'paparazzo'



  Tazio Secchiaroli

Así nació el primer 'paparazzo'

Noche en el Rugantino (pinche arriba para ver toda la foto) | T. Secchiaroli; cedida por su hijo
  • El fotógrafo y sus imágenes del striptease del Rugantino inspiraron a Fellini
  • Una exposición muestra las fotos de Secchiaroli y otros paparazzi de la época
Fue una noche de noviembre, hace ya 54 años. Música, alcohol y 'dolce vita' en el Trastévere romano. La condesa veneciana Olghina di Robilant celebraba su cumpleaños en el restaurante Rugantino cuando la bailarina turca Aïche Nanà comenzó a desnudarse. Un comisario invitado a la fiesta se aseguró de requisar las imágenes de aquel improvisado 'striptease'. A todos los fotógrafos, menos uno. Tazio Secchiaroli (Roma, 1925-1998) logró colar sus carretes en el bolsillo de otro invitado. Los pechos de Nanà escandalizaron así a la Italia de la época desde la portada de 'L'Espresso'. "La notte turca di Roma", titulaba. Nacía el mito.
El striptease de 'La Dolce Vita'
Aunque Federico Fellini no estaba presente (sí Anita Eckberg, inmortalizada por Secchiaroli bailando descalza en el Rugantino), aquella bacanal y Secchiaroli le sirvieron de inspiración para la fiesta final de 'La Dolce Vita' (1960) y el personaje de Paparazzo -una combinación de 'pappataci' (mosquito) y 'razzo' (flash), según una de las versiones dadas por Fellini-, aquel 'cazafotos' que acompañaba a Marcello Rubini (Marcello Mastroiani) por la noche romana y que ha dado nombre a los 'ladrones' de imágenes de famosos.
Secchiaroli, por entonces fotoperiodista (en 1950 había fundado con su colega Sergio Spinelli la agencia Roma Press Photo) y ave nocturna, "fue quien toma conciencia de que [en la Roma de los 50] estaba pasando algo extraordinario y había que ir, esperar e intentar captar el momento y documentar aquello", explica a ELMUNDO.es Cristina Carrillo de Albornoz, comisaria de la exposición 'Los años de la Dolce Vita'.

Paparazzi de ayer y hoy

"Hay épocas en que ciertas ciudades se convierten en algo extraordinario -como le pasó al 'swinging London' en los 60 o al Madrid de la movida-, en que hay una explosión vital y una efervescencia cultural. Roma [entonces] era eso. Como dice Gay Talese, no ha habido periodo más lleno de fantasía", prosigue la comisaria de la muestra, donde pueden verse fotografías de Secchiaroli y otros paparazzi como Marcello Geppetti y Arturo Zavattini.
Secchiaroli y el agente Enrico Lucherini en Via Veneto, 1958. | Cortesía de David Secchiaroli Secchiaroli y el agente Enrico Lucherini en Via Veneto, 1958. | Cortesía de David Secchiaroli
El clan de 'ladrones' de fotos era pequeño: Geppetti, Zavattini, Spinelli, Velio Cioni, Elio Sorci… Una decena -capitaneados por Secchiaroli- que subidos en sus Vespas, Lambrettas y Fiat 500 recorrían la Via Venetto -el "campo de batalla", según Secchiaroli- y el Trastévere a la caza de estrellas 'in fraganti'. "[Hay que tener] grandes reflejos. Hay que estar justo en ese momento para lograr la fotografía", decía el maestro.
Ava Gardner besándose con Tony Franciosa (por entonces, aún marido de Shelley Winters), el orondo rey Faruk flanqueado por dos jovencitas con las que había pasado la noche, Anita Ekberg y su marido Anthony Steel ebrios… Todos pasan por el objetivo del 'rey' de los paparazzi en aquella Roma convertida en 'Hollywood sobre el Tíber'.
"Jamás me han golpeado. Algunos colegas recibieron golpes", recordaba Secchiaroli en una entrevista. "Yo era muy joven, rápido y saltaba. Sólo el rey Faruk logró detenerme, quería quitarme la cámara [cuando fue 'pillado' con las dos mujeres]. No me esperaba que diera tremendo salto, pues estaba a cinco o seis metros de distancia. Siempre estuve atento a conservar esa distancia", proseguía el fotógrafo, con todo famoso por sus enfrentamientos.
Los famosos enfurecidos cotizaban al alza, pero además las celebridades sabían que una foto 'robada' tenía más posibilidades de publicarse que un posado. "Tazio Secchiaroli decía que era como un juego porque los actores sabían que ellos estaban allí [en Via Venetto]. Había una especie de consentimiento. Algunos agreden a estos fotógrafos, pero no había la violencia tan extrema [de ahora]", explica la comisaria de la muestra madrileña.

Adiós a la 'dolce vita'

Ava Gardner y David Niven, 1958. | T. Secchiaroli / Cortesía de D. Secchiaroli Ava Gardner y David Niven, 1958. | T. Secchiaroli / Cortesía de D. Secchiaroli
Sin embargo, su trabajo como 'ladrón' de fotos sólo duró tres años. "Una vez terminada la película de Fellini, se acabó la Via Venetto, todos los que poseían una cámara fotográfica la visitaban, por lo que era absurdo ir a esa calle", relataba años después el que fuera apodado 'el lobo de Via Venetto'.
Secchiaroli volvió entonces a Cinecittà, donde había sido mozo de los recados durante su adolescencia. Se convirtió así en el fotógrafo de los rodajes de Fellini y, después, en el fotógrafo personal de Sofia Loren durante dos décadas. También colaboró con muchos otros actores y cineastas, de Mastroiani a Pier Paolo Pasolini.
Sus fotos forman ya parte de la historia del fotoperiodismo. "Secchiaroli no sólo se dio cuenta de lo que ocurría, sino que tiene una visión un poco más artística. Realmente la forma de hacer la fotografía era maravillosa", explica Carrillo de Albornoz.
La comisaria elige la imagen de David Niven y Ava Gadner en los pasillos de Cinecittà como su favorita del maestro. "Cuando uno ve las fotos de Secchiaroli, ve que están perfectamente enmarcadas, hay un sentido de humanidad e intimidad que sólo pueden lograr algunos grandes".

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/05/gentes/1352123230.html